martes, 24 de enero de 2012

Encuentros transgresores: una aproximación a la teoría King Kong

"Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las insatisfechas, las que nadie desea, las histéricas, las taradas, todas las excluidas del gran mercado de la buena mujer" V. D




No creo en las casualidades ni en el azar, más bien estoy convencido de aquel proverbio zen que dice: "Cuando el alumno está listo, el maestro llega".

Hace un par de semanas emprendí un viaje al interior de "la hermosa República Mexicana", con el propósito de turistear como buen chilango, clase media, narvarteño.Con la firme idea de evadir la realidad de la ciudad monstruo y de olvidarme un rato de la complejidad del caos cotidiano, llegué hasta una galería-bar de la Ciudad de Querétaro. Estaba disfrutando de un apacible atardecer provinciano, cuando de pronto percibí un movimiento sospechoso.

Tal como lo supuse un grupo de chicas transgresoras vinieron a interrumpir abruptamente mi idílico estado contemplativo. Se trataba del colectivo feminista "Coyolxauhqui" quienes se disponían a presentar el video "La Belleza, exégesis y perfidias"

En la presentación estas chicas transgresoras hablaron de una tal Virginie Despentes, de denominación de origen francés, quien en 2006 publicó el libro Teoría King Kong.

Me llamo la atención la manera efusiva con la que las Coyolxauhqui se referían a Virginie y a su obra, haciendo énfasis en cómo esta escritora las había inspirado para realizar el vídeo.


Debo admitir que la proyección de este video, me devolvió a la realidad, esa realidad de la que no se puede escapar. Después de esta experiencia de corte situacionista ya nada pudo ser igual, de pronto mi estado de confort se transformó en la búsqueda obsesiva del trabajo de Virginie Despentes.

He aquí un fragmento de libro Teoría King Kong  en el que la autora deconstruye los lugares comunes del feminismo liberal: la violación, la prostitución y la pornografía, proponiendo una nueva lectura sobre la sexualidad y roles asignados de género.

Después de todo las Coyolxauhqui fueron las culpables de que yo conociera un poco más sobre las posturas críticas que plantean, desde la perspectiva femenina, la resignificación del cuerpo a través del arte, la literatura y el cine.

Sí, las maestras llegaron cuando yo estaba preparado para aceptar que no todo el conocimiento y las fuerzas centrifugas de la creación artística e intelectual están en el ombligo de la luna: la gran Tenochtitlan. 



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