La
idea se convierte en una máquina que produce arte (…)
Sol Lewitt, 1967
En la Grecia antigua (siglo V a.C.), la sociedad ateniense
consideraba que la violencia era obscena (obskena). Particularmente en el
teatro, no era bien visto que escenas violentas y sexuales se representaran en
el escenario; de ahí el origen etimológico de la palabra obsceno, es decir, fuera de
escena.
Del siglo V a la fecha, el arte ha
transformado sus argumentos hegemónicos. El arte contemporáneo, conceptual y
multidisciplinario, es plural en temáticas, intenciones y acciones. Al rechazar
verdades absolutas, éste propicia una polifonía de propuestas.
Ahora bien, cabe destacar que hoy en día
diversos artistas deconstruyen el pasado, a fin de darle una relectura que
incluya nuevas voces y perspectivas. Danto considera que “el arte contemporáneo
no hace un alegato contra el arte del pasado, no tiene sentido que el pasado sea algo de lo
cual haya que liberarse, incluso aunque sea algo completamente diferente del
arte moderno en general (…) lo que define al arte contemporáneo es que dispone
del arte del pasado para el uso que los artistas le quieran dar” (Danto, 1999: 30)
Actualmente, la pintura, contrario a lo
que pueda pensarse, se renueva
constantemente porque es sugerida, junto con otras disciplinas, tan sólo como
un medio para generar reflexiones críticas en el receptor. En dicho proceso, distintas manifestaciones como
la pintura, el performance, el net art o el arte locativo logran convivir, ya
que el concepto o idea es quien las complementa.
A continuación, quiero mostrarles la
obra de la mexicana Frida Toledo, una propuesta que explora diversas dimensiones
de la violencia contemporánea, a través de un arte conceptual.
A través del proceso de producción de su
obra, Frida se cuestiona ¿para qué sirve
la violencia? Y se responde –para desfogarme, porque si no me volvería loca-, invitando
al espectador a reflexionar sobre el hecho de que muchos de nosotros,
cotidianamente, cometemos ciertos gestos de violencia, incluso contra nosotros
mismos: mordernos las uñas, tirarnos del cabello, tronarnos los dedos,
insultarnos, etcétera. A través de su obra, Frida transforma la violencia cotidiana en un acto estético.
Las imágenes que posteo a continuación,
forman parte de la serie de pintura “Automutilaciones” de Frida Toledo.
Bibliografía
Lewitt, Sol (1967) “Paragraph on conceptual art”, Artforum, [Recuperado el 2 de junio de 2012, de www. ddooss.org/artículos/idiomas/Sol/Lewitt.htm
Danto, A. (1999) “Después del fin del arte”, España: Paidós