miércoles, 13 de febrero de 2013

¡Bailemos contra el patriarcado!




“No hay nada más poderoso que el baile. Es contagioso, es sexual, te libera y nadie puede controlarlo. Por eso asusta. La mayoría de las mujeres no nos vestimos como nos gustaría. No vamos con libertad a cualquier sitio a todas las horas del día porque nos da miedo que nos ataquen, nos hagan daño, nos violen. Y cuando bailemos el día 14 la idea es romper esa jaula de patriarcado, de miedo, de intimidación en la que llevamos siglos metidas”  
                                                      
                                                                                            Eve Ensler, 2013 [1]



Mientras millones de personas alrededor de distintos países del mundo celebran el melodramático-consumiasiolítico “día del amor (14 de febrero) billones más de mujeres también en todo el mundo continúan siendo violentadas [2] de manera cotidiana. Más allá de trivializar y comercializar el concepto amor en nuestras sociedades contemporáneas que Guy Debord [3] denominó como “del Espectáculo” [4] este año el 14 de febrero ha sido el pretexto para llevar a cabo una serie de protestas en contra de la violencia hacia las mujeres.

“Una de cada tres mujeres del planeta será violada o maltratada a lo largo de su vida. Mil millones de mujeres violadas es una atrocidad. Mil millones de mujeres bailando es una revolución”. Con esta premisa la activista estadounidense Eve Ensler lazó la campaña One Billion Rising, con la finalidad de hacer bailar a mil millones de personas el próximo 14 de febrero. A la par algunas ONG, colectivos o grupos de mujeres están convocando a celebrar de manera alternativa, el tan comercial y manipulado “día del amor”. La propuesta es la toma de espacios públicos por medio de acciones performáticas en las que los cuerpos mediante movimientos rítmicos y eróticos acompañados de música, segreguen endorfinas y liberen así sus miedos y prejuicios ante usa sociedad conservadora y reaccionaria.

Dicha convocatoria adquiere mayor impacto y significación cuando en los últimos días los diarios de circulación nacional e internacional  han destacado notas sobre la violencia hacia las mujeres:

“Por cada 100 mexicanas de 15 años y más que han tenido pareja o esposo, 47 han vivido situaciones de violencia  durante su actual o última relación, según datos del INEGI de 2012”.[5]

“Hay cifras escalofriantes y se podría dudar de su validez. Por ejemplo: ¿Es realmente cierto que una de cada tres mujeres en el mundo es violada o maltratada a lo largo de su vida? Eso significaría que mil millones de mujeres, es decir, la séptima parte de la población mundial, sufre algún tipo de abuso o vejación. ¿Imposible? Basta con echar una ojeada a las estadísticas oficiales que maneja la ONU para darse cuenta de que esta cifra es tristemente real”.[6]

Las cifras son reales y lo peor es que están incrementado; mientras las leyes hasta hace poco empezaron a tomar cartas en el asunto, durante muchos años en algunos estados de la República Mexicana era legal que un hombre matara a su cónyuge, si la encontraba teniendo relaciones sexuales con otro hombre. Y en Estados Unidos las leyes en contra de la violación hacia las mujeres fueron para dar protección a las esposas e hijas de hombres de clase alta, por lo que la mayoría de las veces las mujeres de clase trabajadora no eran tomadas en cuenta a la hora de denunciar delitos de esta índole.

Y para contextualizar, a pesar de que en los últimos años el término feminicidio ha adquirido un papel importante en varios discursos sociales críticos, todavía no está incluido oficialmente, por ejemplo, en los términos aceptados por la Real Academia Española, institución cultural encargada de planificar y regular las normas del idioma español. En su versión en línea, cuando se sugiere la búsqueda de la palabra feminicidio, aparece una leyenda que dice: “La palabra feminicidio no está en el Diccionario[7]. Aun cuando no se ha incluido en el diccionario más importante del castellano, la historia de esta palabra data hace más de 200 años atrás, cuando se utilizó por primera vez, en 1801 en una revista satírica inglesa, el término “femicidio”, publicación en la cual se usó dicho vocablo para designar el “asesinato de una mujer.[8] Sin embargo, fue hasta 1976 que Diana E. H. Russell, profesora emérita de sociología del Colegio Mills, de Oaklan California, pronunció la palabra “femicidio” en público, frente a casi 2 mil mujeres, en el primer Tribunal Internacional de Crímenes contra las mujeres en Bruselas, Bélgica, declarando que:

Debemos entender que muchos homicidios son, en efecto, femicidios. Debemos reconocer la política sexual del asesinato. Desde la quema de brujas en el pasado, pasando por la más reciente y generalizada costumbre de infanticidio del sexo femenino en muchas sociedades, hasta las matanzas por “honor”, nos percatamos que el femicidio ha ocurrido durante mucho tiempo. Sin embargo, debido a que involucra a meras mujeres, no existía una palabra que lo describiera hasta que se inventó el término “femicidio”.[9]


En México, el término femicidio fue acuñado por la antropóloga y legisladora Marcela Lagarde, después de leer el libro titulado Femicide: The Politics of Woman Killing(1992)[10], escrito por Jill Radford y Diana E. H. Russell. Sin embargo, Lagarde propuso hacer una pequeña diferencia en cuanto al vocablo “femicide”, que en su traducción al castellano es “femicidio”, término homólogo a homicidio, que significa asesinato de mujeres, y entonces estableció la palabra “feminicidio” para hablar de genocidio contra mujeres, lo que denota un concepto de significación política.[11]

Y regresando al principio la idea de “bailar contra el patriarcado” este próximo 14 de febrero es sumarse a la lucha contra la violencia y el feminicidio, es poder salir a las calles sin miedo a que el otro se sienta provocado y con el derecho de violentar el cuerpo femenino; es erradicar la construcción social de la que habla Virgine Despentes en su libro, cuando relata su experiencia al ser violada, "Teoría King Kong”: “como llevamos minifilada, como tenemos una el pelo verde y la otra naranja, sin duda, follamos como perras, así que la violación que se está cometiendo no es tal cosa”; bailar es la oportunidad de utilizar el cuerpo como “territorio de resistencia”[12] como “campo de batalla” [13] y demostrar así que nadie más bajo ninguna circunstancia puede transgedirnos.

* La protesta que se llevará a cabo este 14 de febrero no es un acto aislado, no solo esta fecha, sino constantemente muchos grupos están  trabajando, para muestra basta un click: 







http://www.facebook.com/Femen.UA 





[1] Eve Ensler es conocida mundialmente por sus “Monólogos de la vagina”
[2] cuando hablo de violencia me refiero a una sola, porque en mi manía de querer clasificar la violencia en sus distintas formas (psicológica, sexual, económica, emocional…etc.)  hace poco entendí que en realidad la violencia no se tipifica en una acción aislada sino más bien es un acto integral, por ejemplo  no hay violencia física sin que haya violencia emocional y viceversa.
[3] Guy Debord. La sociedad del espectáculo, Disponible en:
http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/Societe.pdf
[4] Debord argumenta que “El espectáculo señala el momento en que la mercancía ha alcanzado la ocupación total de la vida social”. No son fortuitas las innumerables fechas conmemorativas que se han creado, cuyo fin real es el consumo excesivo de mercancías.
[5] Rubén Cortes en http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=158797
[6] Barbara Celis en http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/09/actualidad/1360440132_424758.html
[7] Diccionario de la lengua española, vigésima segunda edición. Recuperado el 16 de mayo de 2011, de http://www.rae.es/rae.html
[8] Russell, Diana. (2006, 24 de noviembre) Feminicidio: la política del asesinato de mujeres. La nación. Recuperado el 13 de mayo de 2011 de
[9] Ídem
[10] Traducción: Femicidio: La política del asesinato de mujeres
[11]Nuestras hijas de regreso a casa. Recuperado el 16 de mayo de 2011, de http://www.mujeresdejuarez.org/
[12] La artista mexicana de lo corpóreo Lorena Wolffer utiliza dicho termino para argumentar su trabajo: (…) lo que busco con mis performances es provocar reflexiones sobre ciertos fenómenos sociales o políticos, más allá de la disciplina misma. Así, mis trabajos de performance me han permitido entender, utilizar y replantear mi cuerpo como un territorio de resistencia, no solo en las actividades performáticas sino, sobre todo, en la vida cotidiana”
[13]En 1989  la artista norteamericana Barbara Kruger llevó a cabo una obra cuyo nombre era “Tu cuerpo como campo de batalla”, Your body is a battleground”.

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